¿Eres de las personas a las que les cuesta trabajar gestionando las tareas de manera organizada?
El arte de la productividad se ha vuelto más que una simple habilidad, ser organizado se ha convertido en una necesidad imperante. Team Looper se dió a la tarea de analizar las diferentes metodologías existentes y trae para tí:
Getting Things Done.
Un método simple de gestión del tiempo que necesitas conocer. Esta estrategia será tu mejor aliada para conseguir la eficacia y aumentar tu productividad en un entorno altamente exigente y saturado. ¿Quieres saber más? ¡Continúa leyendo!
Metodología Getting Things Done ¿qué quiere decir?
Getting Things Done es un sistema de autogestión desarrollado por el reconocido consultor David Allen. Consiste en desplegar las actividades tanto laborales como personales de cada día en listas de tareas. De este modo, no se olvidan los pendientes, la mente se mantiene despejada y se fomenta la concentración en una actividad a la vez. Como resultado se evidencia un aumento en la productividad, eficiencia y mayor rendimiento del tiempo de quien aplica dicha metodología. Este reconocido consultor destacó la importancia de mantener el enfoque en las tareas cotidianas según su prioridad para realizarlas de forma ágil y organizada. De hecho, aparte de ponerlas en tu calendario digital, escribir las actividades en agendas ayuda al usuario a eliminar la procrastinación y cumplir con sus responsabilidades sin estrés y sin la sensación abrumadora de estar siempre un paso atrás.
Existen 5 sencillos pasos que te ayudan a gestionar los recursos para comenzar a realizar tus tareas con total productividad. Aunque el método GTD es mayormente empleado en el ámbito laboral, puedes aplicarlo en cualquier área donde requieras trabajar de manera eficiente. Sigue cada paso en el orden que te los indicamos:
1. Recopilar:
Consiste en desplegar todas las tareas, actividades, ideas e información relevante en lo que se conoce como “bandeja de entrada”. En este punto la versatilidad juega un papel importante, ya que puedes utilizar cualquier herramienta digital como Asana, OneNote o bien escribir los datos en una agenda física.En este primer paso no necesitas darles mucha estructura a tus ideas. Solo será necesario capturar toda la información posible que luego te servirá para organizar y llevar a cabo tus tareas de forma eficaz.
2. Procesar:
Luego de recopilar los datos importantes tendrás que procesarlos hasta convertirlos en tareas específicas listas para ejecutar. Para completar este paso con éxito será necesario asignar prioridades a las tareas y determinar plazos para cumplir con cada una de ellas.
Al procesar toda la información es indispensable ser flexible, ya que pueden surgir nuevas tareas, la necesidad de modificar los plazos o posponer la prioridad. La idea es que te centres en las actividades de alto impacto, por lo que viene bien dividir los pendientes en tareas simples y complejas.
3. Organizar:
El procesar y organizar las tareas están estrechamente relacionados. Para organizar tu lista de trabajo necesitarás asignar las tareas a sus proyectos correspondientes. Si utilizas una herramienta virtual solo debes mover los pendientes a las carpetas de los distintos proyectos que llevas en ese momento. Si bien la organización es un paso clave dentro de la metodología Getting Things Done, tienes total libertad para decidir cómo hacerlo. Aquí puedes agrupar el trabajo de prioridad alta en una sección y el trabajo de prioridad baja en otra. Saca el máximo partido a las herramientas digitales para crear tu agenda. Algunas opciones populares incluyen Todoist, Wunderlist, Trello y Asana.
4. Revisar:
Una vez que tengas todas las tareas organizadas y asignadas a un proyecto de trabajo es momento de revisarlas detenidamente. Ten en cuenta que la metodología GTD promueve la productividad, por lo que no solo se trata de realizar la lista de pendientes y luego dejarlos olvidados.
Lo ideal es que cheques tu agenda con regularidad, establezcas nuevas prioridades, plazos y demás elementos. Si, por ejemplo, surgen nuevas actividades con mayor prioridad de las que ya tenías agendadas, deberás reorganizar tu listado a fin de gestionar eficazmente el tiempo.
5. Ejecutar:
Es en este paso donde debes comenzar a llevar a cabo tus tareas pendientes tomando en cuenta el nivel de prioridad de cada una. Al llegar hasta aquí ya has despejado tu mente de ideas, has clasificado, organizado y revisado todas las responsabilidades. ¡Ahora solo queda ejecutarlas!
No existen pautas determinadas sobre cuáles tareas realizar y cuándo realizarlas. Por eso, la metodología Getting Things Done se basa principalmente en la autogestión. Identifica la prioridad de cada tarea e inicia con ellas. Luego evalúa tu disponibilidad de tiempo y tu nivel de energía para completarlas con éxito.
En Looper, logística, nos enfocamos en una metodología eficaz que contribuya al complimiento de objetivos con productividad para ofrecer un servicio de calidad. También la colaboración y el trabajo en equipo de forma organizada orientados al cliente son parte de nuestras premisas.
En resumen, es probable que ya estés aplicando algo similar a la Metodología Getting Things Done (GTD) y si no es momento de implementarla a tu rutina diaria y desbloquear tu máximo potencial.
En Looper al momento de aplicar los principios de GTD, nos permitimos optimizar la gestión del tiempo, priorizar tareas y proyectos, lograr resultados sobresalientes en un entorno altamente dinámico y demandante.
Somos un equipo comprometido a brindarte la mejor experiencia mediante la adaptación de soluciones integrales e innovadoras que contribuyen al desarrollo óptimo de tu cadena de suministro. Nuestra especialidad es el transporte y la logística internacional.